La familia paterna del joven bisexual, hijo en segundas nupcias de un poderoso magnate sevillano, veía con malos ojos el carácter abiertamente decadente del retoño. Este, disponiendo, pese a un enérgico bloqueo económico, de sustanciosos dividendos, decidió invertirlos en hacer realidad los sueños del chico triste y bien membrado que codiciaba secretamente desde su celda.
viernes, 2 de mayo de 2008
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